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Preguntas que nos hacemos muchos colombianos
George Orwell:
Leonor Fernández Riva
¿Habrá acaso algo más patético y degradante de contemplar que el espectáculo de Piedad Córdoba, Jorge Enrique Botero, Daniel Samper Pizano y los ingenuos delegados internacionales compartiendo con los asesinos de las FARC un plato de sancocho seguramente tinto de sangre?
¿Puede existir algo más grotesco que observar al sanguinario guerrillero de las FARC Luis Emiro Mosquera, alias “El Negro Mosquera”recitando versos que seguramente memorizó en un intermedio entre las matanzas y secuestros de civiles inocentes?
¿Habrase visto desvergüenza más grande que este mismo guerrillero, “tan correcto siempre en su accionar”, reprochándole al delegado de la Cruz Roja Internacional su según él “muy leve reclamo” hecho al Gobierno Nacional por el uso de los petos de la Cruz Roja durante la Operación Jaque?
¿No es doblemente admirable que sin delegados internacionales, sin tanto aspaviento y sin tanta parafernalia la Operación Jaque haya resultado un éxito?
¿Por qué, si según las recientes declaraciones de Alan Jara, “humanitariamente” liberado el 3 de febrero, las FARC están “lejos de ser derrotadas; tienen magníficas líneas de abastecimiento; modernísimo equipo automotor; un parque de armas envidiable y cientos de nuevos reclutas”, les hacen padecer semejante infierno a los secuestrados? ¿Por qué los alimentan con una comida indigna hasta de cerdos? ¿Por qué las interminables y agotadoras caminatas? ¿Por qué si no están huyendo tienen que mantenerse corriendo?
¿Por qué después de este gesto “humanitario” las FARC continúan secuestrando? ¿Acaso como medida de reposición? ¿Qué justificación tienen para continuar manteniendo presos a centenares de colombianos inocentes en condiciones degradantes?
¿Por qué continúan colocando minas quiebrapatas si saben que no solo decenas de soldados sino también decenas de humildes campesinos han quedado mutilados por estos crueles artefactos ?
¿Existe acaso un asomo de sindéresis en el comportamiento de estos asesinos cuando a los pocos días de esta gestión “humanitaria” asesinan con sevicia a más de treinta humildes indígenas Awua de Nariño?
¿Se ha visto acaso alguna vez algún gesto humanitario de las FARC hacia quienes dicen defender? ¿Dónde están las remesas de víveres, la ayuda económica para los damnificados de las inundaciones y de las tragedias climáticas que cíclicamente afectan a los colombianos? ¿Puede alguien sensato pensar en Colombia que esta manada de criminales tiene alguna tesis social, defiende a los pobres, quiere un futuro mejor para el país? ¿Qué futuro podría esperarle a Colombia en el muy hipotético caso de que esta plebe asesina llegara algún día al poder?
¿Puede alguien ignorar que las FARC, el cartel más poderoso del mundo, ha encontrado en tesis seudo socialistas la excusa perfecta para delinquir, para mantener un ejército defensivo de sus plantaciones de coca, de sus laboratorios, de sus redes de narcotráfico internacional?
Hay una frase de Mahatma Gandhi que les cabe muy bien en este momento a ésta y a las otras organizaciones fuera de la ley que durante años han sembrado el terror en el país:
"A lo largo de la historia ha habido tiranos y asesinos y durante un tiempo parecen invencibles, pero al final siempre acaban cayendo..., siempre ".
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