Codiciado por las petroleras por su biodiversidad y con el afán de lucrarse, muchas empresas en especial Hupecol vieron frenadas su ansias de llenar sus bolsas con más dinero gracias a que el gobierno de Colombia frenó la licencia de explotación en el año 2016 por la presión que ejercieron diferentes asociaciones ecologistas y el pueblo colombiano.
El gran capital y el liberalismo querían hacer desaparecer uno de los lugares más increíbles del mundo, ese lugar no es otro que Caño Cristales o mejor conocido como "Río de los Dioses".
Nacido en la meseta sur de la Serrania de La Macarena, en el departamento de La Meta (Colombia) y perteneciente a la cuenca hidrográfica de la vertiente del Orinoco esta lengua de agua es lo más parecido a un arcoiris tangible que el humano podrá encontrar en el planeta tierra.
De una longitud de no más de 100 km y de una anchura que no supera los 20 metros el Río de los Dioses es una explosión de color donde no viven los peces por la escasez de materiales de arrastre y sedimentación, tan solo existen un cúmulo de plantas y algas que transforman gran parte de su recorrido en toda una experiencia sensorial, donde se entremezclan colores como el amarillo, verde, negro, azul y principalmente el rojo y rosado ya que abunda la Macarenia Clavigera.
Repleto de rápidos y pozas algo que comparte con sus hermanos del resto del mundo no son para nada lo más magnífico de este insólito lugar, pero crean más magia a este recorrido acuático colombiano.
El arcoiris que se derritió (otro de sus numerosos nombres) muere en la desembocadura del Río Guayabero, y no todo su recorrido parece un lugar sacado de la mismísima película Avatar de James Cameron pero el trecho que si lo hace nos transporta a un mundo mitológico donde por momentos esperaríamos ver a dioses como Wiracocha, Inti, Pachamac o un largo etc.
