lunes, 31 de agosto de 2009

Cumbre de Unasur en Bariloche

Visita mis otros blogs:
Porque el análisis que realiza el coronel Luis Alberto Villamarín Pulido, de las diferentes situaciones que se presentan en el conflicto armado que desde hace tantos años desangra a Colombia, concuerda exactamente con el pensamiento de la autora de este blog me permito reproducir aquí sus muy acertados comentarios.LEONOR FERNÁNDEZ RIVA

Luis Alberto Villamarín Pulido, http://www.luisvillamarin.co.nr/, es coronel retirado del Ejército colombiano, miembro de la Academia de Historia del Huila, de la Academia Colombiana de Historia Militar, y de la Sociedad Bolivariana de Historia; analista de asuntos est ratégicos, especialista en Defensa Nacional, contraterrorismo y operaciones de guerra sicológica. Autor de 15 obras relacionadas con el conflicto colombiano, la historia del país y el terrorismo internacional, columnista de de diversos medios de circulación internacional.Los escritos presentados a consideración de los lectores, pretenden demostrar las razones por las cuales el conflicto colombiano se ha tornado crónico y la incidencia del narcotráfico en la guerra que asedia a Colombia, pero a la vez propone soluciones académicas en los campos estratégico, militar, social, político y económico, en aras de resolver el complejo entorno de guerra y paz del prolongado enfrentamiento armado.

Todos los artículos aquí publicados pueden leerse también
en: eltiempo.com / Blogs / Análisis del conflicto colombianoeltiempo.com / Blogs / Análisis del conflicto colombiano


Cumbre de Unasur en Bariloche

La cumbre de Unasur en Bariloche confirmó que Colombia necesita a Uribe en la presidencia (2010-2014) . La contundente defensa de Colombia, su soberanía, su autarquía y su dignidad, que hizo el presidente Uribe en la cumbre extraordinaria de mandatarios de Unasur en Bariloche-Argentina, corroboró con creces, primero que detrás de la astuta reunión promovida por Lula y sus compinches se escondía la intención de crucificar a Uribe y en segunda medida, reafirmó que el mandatario colombiano debe continuar en la presidencia, por lo menos un periodo más.


Las razones son sencillas y concretas:
1. Los peones de Fidel Castro (Lula-Chávez-Correa-Morales-Kirchner), no han cesado en el empeño de continuar el desarrollo del Complot contra Colombia, develado en los computadores de Raúl Reyes. Lo de Bariloche fue apenas un paso mas de la calculada agresión contra el único país que se opone con firmeza al embeleco castro-chavista en el hemisferio.
2. Las actitudes fingidas de Chávez, Correa y Lula, sumadas a la impertinencia y agresividad del indígena coquero boliviano, sintetizan el estilo marrullero de los comunistas, dictado desde La Habana y ejecutado por sus lacayos, que saben a ciencia cierta que Colombia como país y Álvaro Uribe como persona, son el principal escollo que tienen los gobiernos pro-terroristas de la región, para imponer el llamado socialismo del siglo XXI.


3. A los mandatarios comunistas complotados contra Colombia por medio de Unasur y demás organizaciones internacionales de bolsillo, no les preocupa la paz en Colombia, sino el triunfo de las Farc. Por ende la presencia de la tecnología militar norteamericana en la región es un obstáculo gigantesco, para que los conjurados logren su siniestro propósito.


4. Con firmeza de carácter, honestidad y transparencia Uribe cantó la tabla a Correa y a Chávez, quienes quedaron sin argumentos para explicar porqué nunca califican a las Farc como terroristas, ni ordenan a sus fuerzas de seguridad que los combatan.


En ese sentido las dos precisiones que hizo Uribe al final de la Cumbre, una de las cuales puso a tartamudear a la hipócrita mandataria argentina, y la otra, que obligó a los complotados reconocer que el problema es el terrorismo comunista y su maridaje con el narcotráfico.


No es el gobierno colombiano, no es la estrategia de seguridad democrática, ni mucho menos el legítimo derecho que tiene Colombia a buscar alianzas para combatir el narcoterrorismo, que de manera solapada y traicionera apadrinan Correa, Chávez, Lula y Evo Morales.


Dadas las anteriores explicaciones, queda claro que Colombia necesita la continuidad de Uribe en el poder, porque:
1. Es el único dirigente político actual que conoce a fondo los problemas integrales del país y que a la vez tiene la capacidad de convocatoria civil para promover soluciones conjuntas.
2. Es el único dirigente con la suficiencia de carácter, conocimiento del problema narcoterrorista auspiciado por los comunistas locales y regionales, capaz de sortear con éxito como lo hizo hoy y lo había hecho en Santo Domingo el año pasado, las siniestras argucias totalitarias de Fidel Castro, ejecutadas por medio de sus peones que en la actualidad malgobiernan a Brasil, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Argentina.


3. Sin concederle un destino mesiánico ni caer en la zalamería oportunista, Uribe es el único dirigente político con visión de estadista que hay en Colombia. Los demás están muy lejos siquiera de imitarlo.


4. Por ejemplo, el club de expresidentes son una vergüenza histórica para el país, además que los actuales candidatos y precandidatos presidenciales quedan muy "livianos" frente a Uribe, cuyas ejecutorias, además de devolver el sitial de dignidad presidencial perdido en forma progresiva durante los sucesivos gobiernos de los dos Pastrana, Turbay, López, Gaviria, Barco y Samper; enseñaron a los colombianos que el Presidente de la República, debe ser el colombiano mas capaz para ejercer ese cargo y no un politiquero como los que lo antecedieron.


5. La Estrategia de Seguridad Democrática requiere continuidad, visión de conjunto e integración a un plan amplio y suficiente de desarrollo socio-económico.


Pero además de lo anterior, porque Colombia como país y nación con un destino histórico cargado de alta potencialidad, no puede confiarse que después del fracaso de los peones de Castro hoy en Bariloche, los complotados contra la institucionalidad renunciarán a su objetivo, o las Farc dejarán de traficar coca, y asesinar la vida en primavera, o que los delincuentes de cuello blanco que desgobiernan a Ecuador y Venezuela, van a romper nexos con los terroristas.


La historia enseña que a lo largo de las guerras, solo la derrota política y militar del adversario conduce a la paz. Acuerdos a medias tintas, máxime con comunistas convencidos que la única paz posible es cuando triunfe la revolución marxista-leninista, jamás dejarán de ser pactos transitorios o coyunturas de conveniencia.


El destemplado llamado de atención de Lula a su secuaz Correa, acerca de porqué no fue mas contundente contra Uribe (dicho de otra forma), refleja no solo el desespero de Lula, en su condición de principal mandadero de la dictadura cubana para Suramérica, sino el llamado de atención a los demás peones de Castro, para que intensifiquen la tarea de apoyar al Polo Democrático, enlodar la imagen de Uribe y agredir a Colombia, desde todas las instancias posibles.


Causa desazón el mar de saliva y los ríos de tinta que sesudos analisis desataron alrededor de la amañada Cumbre de Unasur, cuyos autores están convencidos que la apariencia exterior de la Cumbre resuelve los problemas de fondo y elimina la intención totalitaria de los complotados contra Colombia.


Es mas: hay muchos analistas que a pesar de las continuas agresiones de los conjurados y de la actitud hipócrita de Lula, dudan que haya una letal componenda contra la libertad en Colombia, enmascarada en este caso, con la disculpa de la integración a gobiernos progresistas anti'yanquis.. No hay peor ciego que quien no quiere ver.


Tiene razón el presidente Uribe. No puede haber paz en Colombia mientras Correa, Chávez, Lula, Morales y la egocéntrica mandataria argentina convivan con los terroristas, se presten para el sainete de las liberaciones de secuestrados con shows politiqueros tendientes a legitimar a las Farc, y fuera de eso, mientras los petrodólares venezolanos y el dinero de la coca de las Farc, sirvan para financiar las campañas de difamación contra Colombia, probablemente incluida la singular propaganda electoral del Polo Democrático dentro y fuera de Colombia, por cierto muy coincidente con las tesis de las Farc, del Semanario Voz del partido Comunista y la grotesca verborrea chavista.


En síntesis, para satisfacer el deseo del 90% de los colombianos que apoyan un tercer mandato uribista, para que el mal no crezca más, para lograr la máxima eficiencia político-estratégica de la ayuda militar norteamericana en los siete cuarteles desde donde se dirijan operaciones especializadas contra el narcotráfico y el terrorismo, y para desenmascarar a los bandidos de cuello blanco como Lula, Correa, Morales, o Chávez, Colombia necesita reelegir a Uribe. No hay alternativa.


Aunque es dramático reconocerlo, esta realiadad corrobora la pobreza de liderazgo y escasa capacidad de convocatoria nacional, que tienen los otros candidatos presidenciales, frente a la solución del grave problema del narcoterrorismo comunista, principal obstáculo para que Colombia salga del atolladero en todos los campos del poder nacional, pues sin duda, mientras no haya seguridad, es imposible que venga el desarrollo social, económico y de infraestructura.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
http://www.luisvillamarin.co.nr/
Analista de asuntos estratégicos
publicado en:
El Tiempo
,

miércoles, 26 de agosto de 2009

Hugo Chávez: De la mitomanía a la megalomanía




Por coronel Luis Alberto Villamarin Pulido

Todos los artículos aquí publicados pueden leerse también en:eltiempo.com / Blogs / Análisis del conflicto colombianoeltiempo.com / Blogs / Análisis del conflicto colombiano


Hugo Chávez de la mitomanía a la megalomanía

Aunque en los corrillos políticos se murmura que los pueblos tienen los dirigentes que merecen, dicho adagio contrasta con la desgracia histórica en que cayeron naciones con gran potencial geoeconómico del hemisferio. Son los casos de Nicaragua, Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Paraguay y El Salvador.

Pasada la gesta de independencia, el hemisferio se llenó de caudillos y castas familiares inoperantes en lo administrativo pero rapaces en lo personal. América Latina inclusive el Brasil, quedó en manos de los terratenientes, los gamonales y los intrigantes de ciudad, con la venia complaciente de la Iglesia Católica que para conservar la fidelidad irreflexiva de los feligreses, utilizó la religión como un instrumento de conformismo frente a la ineptitud y en muchos casos deshonestidad de los gobernantes de turno.

En ese enjambre de intereses de grupúsculos ansiosos de quedarse con el botín del poder, creció una enorme masa amorfa, que producto de las lecturas o de los avances tecnológicos de cada momento, fue mas conciente de sus frustraciones y limitaciones por no hacer parte de las castas, es decir que estaba inmersa en un gran vacío socio-político, con la circunstancia agravante que Fidel Castro a la cabeza de un grupo incipiente tomó por la fuerza el poder en Cuba y asediado por las circunstancias, se volvió comunista e inició a exportar la "revolución" al hemisferio.

En virtud a que el lenguaraz dictador cubano no representaba ningún peligro estratégico para la seguridad nacional de los Estados Unidos, sucesivos gobiernos demócratas y republicanos, optaron por ignorarlo, sostener un supuesto pero no total bloqueo comercial a la isla, y evitaron que su dislocada ideología se extendiera a México, Haití, Puerto Rico o República Dominicana.
Como en el Otoño del Patriarca de García Márquez, el dictador cubano se quedó aislado en su mundo de mitomanía, megalomanía, y egolatría, sin que sus grotescas peroratas causaran la menor incidencia entre los policymakers de los Estados Unidos, que se acostumbraron a ver a Fidel Castro como un perro rabioso que ladra a la luna.

Junto a la dirigencia estadounidense, las élites latinoamericanas muy al estilo de César Gaviria Trujillo, Andrés Pastrana, Noemí Sanín, Alfonso López Michelsen, se dedicaron a guerrear entre ellos, interesados en sacar para su provecho personal, familiar y de grupúsculo, todos los beneficios posibles, sin que hubiera preocupación alguna por los destinos de esa masa amorfa, gravitante en un vacío intenso, convertido en camino fértil para que los delegados de la dictadura cubana, los comunistas criollos y los terroristas de todas las pelambres, sacaran provecho para sus tendencias particulares.

Malgobernada desde siempre Venezuela, cayó en el imperdonable error histórico de elegir como presidente a un grotesco peón de Fidel Castro. Bocón, irrespetuoso, maleducado, chabacán y sin modales de la más mínima urbanidad, Hugo Chávez, se convirtió no solo en el aliado ideal para el anciano terrorista cubano, sino en el mas complejo problema para la estabilidad del hemisferio.
Estimulado por Fidel Castro el inculto mandatario venezolano, comenzó a navegar en el mito de reconstruir la figura y el pensamiento del Libertador Simón Bolívar. No con la visión geoestratégica del panamericanismo fuerte y autárquico frente a la potencialidad de Estados Unidos y los demás bloques económicos, sino quien lo creyera, como una asociación de naciones convertidas en marionetas de la dictadura cubana.

Producto de ese "casquillo" Chávez convirtió la figura de Simón Bolívar en un mito y le agregó un mordaz ingrediente. El Libertador no fue un guerrero amante de la libertad, sino un comunista de la misma calaña de terroristas como Fidel Castro, Tirofijo y el che Guevara. Y claro, el dictador cubano ansioso como Chávez de pasar a la historia, no por comunista, ni por revolucionario, sino como figura que se rebeló contra el poder del llamado "imperio", lo ensalzó para que en cada actuación pública sea mas agresivo.... Así creció el Chávez mitómano, convencido que Bolívar es un mito y que él (Hugo Chávez lo reencarnó).

Con el paso del tiempo, la ineptitud de las castas que malgobernaron el resto del continente hizo metástasis. Argentina eligió de manera sucesiva a los esposos Kirchner, dos antiguos militantes revolucionarios de izquierda, expulsados del justicialismo peronista por el propio general Perón, quien consideró que ellos encarnaban a la izquierda violenta y terrorista, ajena a la forma civilizada de hacer política.

Uruguay, Paraguay y Chile cayeron en experimentos izquierdistas populacheros. Bolivia quedó en manos de un indígena cocalero, ajeno a la realidad geopolítica de su entorno, pero eso sí, ferviente admirador de Fidel Castro. Y Venezuela y Ecuador, quedaron en manos de los dos mas grotescos mandatarios que hayan tenido esos países a lo largo de su historia contemporánea.
Alebrestado por ese auge de ingenuidad populachera de quienes cometieron el error de elegirlo, Chávez explotó en torno a su mitomanía de creerse la reencarnación de Bolívar. Fiel reflejo de su mentor Fidel Castro, desató su viperina lengua contra el "imperio", contra la imaginaria y talvez garciamarquiana "oligarquía santafereña" que además de matar a Bolívar lo quiere matar a él, contra los "ricos venezolanos", en fin, contra todo lo que no sea comunista, ni amigo de Fidel Castro.

Pero el arraigo al mito de su ascendencia semidivina o quizás divina con el Libertador, Chávez terminó de torcer los ideales del padre de cinco naciones, o seis incluida Panamá. Gracias a la falta de carácter y la suciedad politiquera de los Kirchner en Buenos Aires, Correa en Quito, Ortega en Managua, Zelaya en Tegucigalpa, y el indígena coquero en Bolivia, Chávez compró las conciencias de estos mandatarios venales y por extensión la solidaridad de los comunistas y activistas pro-Farc incrustados en esas latitudes.

Y ahí fue Troya. De mitómano pasó a convertirse en megalómano. Ya no es solo el convencimiento de ser la continuación del Libertador. Desde esta nueva óptica egocéntrica, Hugo Chávez es mas grande que el Libertador. Así grotesco, maleducado, y mal hablado, Chávez cree a rajatabla que él es la salvación de los pobres de América, y por eso actúa en ese sentido.

En el fondo no le importaría ser comunista o capitalista, pues lo que el quiere es pasar a la historia como un gran revolucionario, sin entender como suele suceder a mucho dirigente mediocre, que su techo es muy bajo aunque su ego vuele a la misma altura del de Noemí Sanín, Juan Manuel Santos o Rafael Pardo Rueda.

Consciente de esa vanidad ilimitada de Chávez, Fidel Castro que es un zorro astuto y ladino lo utiliza como a una marioneta. Sabedor que Chávez es histriónico y boquisuelto, Castro le ordena que actué de X o Y manera. Corto de neuronas y con mentalidad de lacayo y esclavista simultáneo, Chávez procede como un domesticado animalito de circo, al que el domador estimula para que asuma determinados comportamientos.

Por otro lado, Lula da Silva interesado en posicionar el socialismo del siglo XXI enmascarado en la prosperidad económica brasileña, no solo apoya de manera clandestina a las Farc, sino que complementa la manipulación que Castro hace de Chávez, y también lo utiliza como su marioneta en cada uno de los pasos que da el Foro de Sao Paulo en pos de convertir a toda Latinoamérica en La Meca del comunismo, propósito que nunca pudieron concretar los siniestros directores de la guerra subversiva comunista desde el Kremlin.

La reciente declaración pública de Chávez de apoyar al Polo Democrático y de reconfigurar la Gran Colombia, sumada a su comprobada cercanía con las Farc, corrobora que la megalomanía rebasó los límites del delirio de grandeza de este guasón con investidura presidencial y a la vez reafirma que el gobierno venezolano financia una campaña de desprestigio internacional contra Colombia y su presidente constitucional.

También comprueba que el enojo de Rafael Correa no es porque sienta agredido al Ecuador, sino porque su "archienemigo de clase" Álvaro Uribe, fue mas audaz y dio de baja a su compinche Raúl Reyes en Ecuador, a pesar de tenerlo protegido, y que por esta misma razón Chávez reaccionó como lo hizo, pues acababa de morir uno de los alfiles de Fidel Castro y uno de los terroristas que coadyuvaba a acrecentar la imagen del megalómano de Caracas.

Todo lo anterior indica que hay un complot en ciernes contra Colombia, que Chávez sueña con desatar una guerra para imponer su egocéntrica figura en el continente y que los comunistas colombianos, traicionan la patria jugando al mismo propósito.

Se puede estar en acuerdo o desacuerdo con Uribe Vélez. Se pueden criticar o apoyar sus decisiones políticas. Lo que no se puede hacer, es dejar de respaldar a su gobierno comprometido primero en derrotar a los terroristas de las Farc y segundo en cerrarles las puertas y ventanas políticas que los comunistas latinoamericanos quieren abrirles mediante organismos de bolsillo como Unasur, el Alba, el Foro de Sao Paulo y la reiterativas baladronadas de Hugo Chávez .

En todo este entorno la transmutación progresiva de mitomanía a megalomanía chavista, juega un rol trascendental, pues está en juego el futuro de Colombia, integrada a la civilización del siglo XXI, no al atraso e ignominia similar a la prolongada desgracia cubana, es decir a la que quieren llevarla los comunistas dejados del tren de la historia, quienes autistas hacen terrorismo en Colombia, cierran emisoras en Venezuela, expropian en el Ecuador, entrenan guerrillas en Nicaragua para atacar a Honduras y asesinan la vida en primavera, con el cuento chino que luchan por los pobres, porque además están iluminados por lunáticos como Chávez o cerebros siniestros como Lula da Silva y Fidel Castro.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.co.nr